Leica D-LUX: pequeña por fuera, sorprendente por dentro
La Leica D-LUX es una de esas cámaras que te hacen recordar que el tamaño no lo es todo. Aunque es compacta, es capaz de ofrecer una calidad de imagen sorprendente gracias a su sensor de 12 MP y a una óptica luminosa que rinde de maravilla en casi cualquier situación.
Puedes conseguir esta cámara en el mercado del usado a muy buen precio, sobretodo en sus primeras versiones. Si no tienes prisa puedes hacerte con una Leica D-LUX de los primeros modelos por menos de 500€ algo bastante inusual para esta marca.
En el vídeo que acompaña este post te llevo paso a paso por su menú y te comparto mis recomendaciones para configurarla con intención: los ajustes que realmente marcan la diferencia y que te ayudarán a sacar el mejor rendimiento posible desde el primer día.

Una cámara versátil que funciona donde la pongas
La D-LUX es una compañera ideal si te gusta moverte ligero sin renunciar a calidad. Funciona especialmente bien en:
- Paisaje, por su nitidez y fidelidad de color
- Street photography, donde pasa desapercibida y enfoca rápido
- Retrato, con un rendimiento sólido incluso en interiores
- Reportajes de boda, como segunda cámara ágil y silenciosa
Su balance entre portabilidad y rendimiento la convierte en una herramienta perfecta para fotógrafos que quieren una cámara siempre lista y capaz.

¿Deberías considerarla?
Si estás buscando una cámara de viaje, una compacta seria para tu día a día o un segundo cuerpo para trabajos profesionales, la Leica D-LUX es una opción más que recomendable. Ofrece justo lo que promete: calidad, sencillez y resultados consistentes.
Y si quieres configurarla como un verdadero fotógrafo, no te pierdas el vídeo del post, donde te explico cómo dejarla a punto para obtener la máxima calidad.
